jueves, 31 de julio de 2008

De gripas y otras torturas

¿Por qué será que siempre que me da gripa, pienso que es la última vez?...

¿Por qué será que siempre que me da gripa, siento que nunca me había sentido taaan mal?...

No lo sé adorados enemigos, pero hoy me siento así: Tengo tos, dolor de cabeza, escalofrío, moqueadera, lagrimeadera o lloradera que llaman, mi nariz es una réplica de la de Rudolph el reno de la nariz roja y mi voz está totalmente desmodulada!!!

A estas alturas ya no vale tomar juguito de mandarina, ni pastillitas de vitamina C... (Creo que estas recetas hubieran servido la semana pasada cuando estornudé por primera vez). Irremediablemente, la gripa me ha agarrado OTRA VEZ; es la cuarta o quinta vez en este año, tal vez es mi gripa número ochocientos noventa y pico...

Pero les juro que esta si es la ÚLTIMA VEZ... Ya no más.... Señora gripa: LE PROHIBO VOLVER A MOLESTARME, es usted la visita indeseable... ¡¡¡FUERA!!!
Espero que este molesto virus que hoy me ataca no se les pase cibernéticamente por teclado o por pantalla a mis adorados enemigos.

Hasta la próxima... AAAACHU.... SNIFF, SNIFF... Ay perdón, es que tengo una gripa...




ClaudiaR.

jueves, 24 de julio de 2008

De audiencias y colombianadas

Uy... casi un mes, hoy ya es 24 de julio y mi último blog fue del 25 de junio... Se me pasó el tiempo muy rápido...

Bueno, hoy quiero compartirles una anécdota, que tal vez muchos de ustedes han tenido que "sufrir". Hace un par de meses, estando parada en mi carro en una esquina (léase bien: PARADA) sentí un totazo en la parte de atrás. Un carrito rojo conducido por un joven de nombre YAIR se me había, literalmente, incrustado en el bomper trasero de mi carro. Ya se imaginarán lo que ocurrió esa tarde - noche, lo común y corriente en nuestro país: el susto inicial, la subsiguiente rabia, la llegada del agente de tránsito, el trazado del croquis, el frío, la incomodidad y las firmas finales con condición de ir a una audiencia de conciliación.

Ayer fue la "dichosa" conciliación. Yo iba muy preparada con fotocopias triples de todos los papeles, además llevaba, como un tesoro, original y tres copias de la factura del arreglo de mi carro porque en un recóndito lugar de mi corazón tenía la esperanza de que me iban a pagar!!!! Mi padre me acompañó a una oficina muy bonita, muy iluminada, muy acogedora. Allá también llegaron Don Yair y su progenitora con las respectivas carpetas... Ah!!! y para completar el cuadro no podían faltar, no uno, sino TRES abogados, uno para mí y dos para Don Yair y su comitiva. Eran las tres en punto de una tarde soleada (muy rara, teniendo en cuenta el horrible clima que nos ha acompañado en los últimos... 6 meses) y calurosa, un profundo sopor ya me estaba consumiendo cuando una juez muy joven y bonita nos invitó a pasar a todos a una sala de juntas. La juez me preguntó la versión de los hechos y mis pretensiones, así que yo me despaché con la descripción de un choque absurdo del cual yo no tenía la culpa y con la intención de que me pagaran lo que estipulaba la factura del arreglo de mi carro. Acto seguido, la juez le preguntó a Don Yair, y él, a quien le conocí la voz en ese instante, mintiendo descaradamente delante de su señora progenitora (quien era la dueña del carrito rojo), dijo que yo había dejado rodar mi carro hacia atrás debido a una pendiente en el pavimento del punto del choque....

La juez al inicio de la diligencia nos había advertido que debíamos moderar nuestro tono y vocabulario y que debíamos respetar el turno de la palabra de cada cual, por eso no pude pararme, mechonear (como lo exigía el momento) a Yair y gritarle que AHÍ NO HABÍA NINGUNA PENDIENTE, QUE YO ESTABA PARADA Y QUE YO NO TENÍA LA CULPA DE QUE ÉL FUERA TAN MAL CHOFER!!!!...

Pero ahí no termina la cosa, el abogado de Don Yair, para rematar, exigió a la juez que YO PAGARA SUS DAÑOS... En ese momento la sangre se me subió a la cabeza, sentí un calor desastroso en la cara y las manos heladas, pero en aras del respeto y del buen curso de la diligencia, no me quedó más que callar... Era como para una escena de caricatura de Condorito: ¡¡¡¡PLOP!!!!... Cuando la juez se paró a redactar el "Acta de Imposibilidad", mi padre, quien sabiamente había callado durante los 15 minutos precedentes, se limitó a preguntar en un tono absolutamente conciliador: "¿Si un carro se rueda, los daños pueden ser así de grandes?"... A lo que el abogado de Don Yair, con aire inmerecido de magistrado de la Corte, contestó: "Puede ser"... Ya no pude más, me iba a estallar, y les dije: "Ustedes pueden decir lo que sea, solamente falta que digan que yo iba en reversa a toda velocidad"...

Hoy estoy tranquila y hasta me da risa...¡¡¿Será que yo iba en reversa a toda velocidad?!!
Saludos y hasta la próxima,
ClaudiaR