martes, 2 de septiembre de 2008

De las ventas directas o ventas por catálogo

CONFESIÓN: Me fascinan las ventas por catálogo... No, adorados enemigos, yo no vendo nada, no tengo alma de paisa, no soy negociante, lo que quiero decir, más bien, es que me encantan las "compras" por catálogo.

¿Nunca han tenido un compañero de trabajo, un amigo o un conocido que les lleve un catálogo de Avon, de Yanbal, de Oriflame o de cualquier otra de estas empresas de ventas directas?... Bueno, pues yo sí. Cada mes, o cada dos meses, o cuando menos pienso, llega a mis manos alguno de estos impecables catálogos, diseñados con lujo de detalles, con fotografías a todo color de objetos, joyas, cremas, perfumes y hasta ropa...

¿Nunca han sucumbido ante tamaña tentación?... Comprar desde la comodidad del escritorio... Bueno, pues yo si he sucumbido, no una, sino varias veces. Debo admitir que deliro por las joyas de fantasía de Yanbal, por los brillitos de frutas de Avon, y por uno que otro cosmético de alguno de estos catálogos.

Mi última adquisición: ¡¡¡Una colonia de Buzz Lightyear para mi hijo!!! Venía en un frasco en forma de nave espacial con calcomanías para que el niño mismo las pegara... Toda una sensación... Y también huele delicioso...

¿Y ustedes, adorados enemigos, han comprado algo por catálogo?

Un abrazo y hasta la próxima,

ClaudiaR.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Hola Hermosa:

Yo soy poco dada a las compras por catálogo, me gusta mas visitar los almacenes grandes y los centros comerciales, ver las vitrinas y comprarme uno que otro antojito.

A veces los catálogos muestran las cosas más grandes, más brillantes, más finas y luego uno se desiluciona y siente que sus denarios no fueron bien invertidos.

No hay como mirar, comparar y tocar lo que se va a comprar.

Entre gustos no hay disgustos....

Un besote, MAMI

Mafe dijo...

Claito, aquí mis compras no son por catálogo... SON POR SUPER AMAZON!!!!

Si vieras mi "wishlist", esa cosa da pena! tengo desde vestidos de baño, hasta libros para la universidad, pasando por esferitos de colores y shampoo.
Que verguenza conmigo misma, pero... soy feliz!